Son aportes patronales. Está en tratativas con el Ejecutivo para que le salden la deuda. Cano cuestionaba a la gestión anterior por el mismo incumplimiento.
La comuna mantiene una deuda de más de tres meses con la Obra Asistencial Mutual de los Agentes Municipales (OAM). Los fondos corresponden a los aportes patronales y forman parte de una negociación entre el Ejecutivo y las autoridades de la obra social.
Según pudo saber LA CAPITAL, una parte de los aportes debió hacerla la gestión anterior y otra la administración de Carlos Arroyo.
Los fondos que llegan a la obra social son dos: los personales y los patronales. Los primeros son el 3% de los salarios de cada agente y están al día. Los otros, que alcanzan el 6%, son los que la OAM busca recuperar a través de tratativas con el gobierno local.
Por el momento, la negociación se maneja con sigilo de las dos partes. Ninguna quiere entorpecer un posible acuerdo de pago. Lo cierto es que mañana se espera que haya otra reunión de autoridades del Ejecutivo con abogados de la OAM.
Pese al incumplimiento del municipio, la obra social sigue prestando sus servicios habituales. Para eso debió destinar plazos fijos que mantenía reservados para destinar al pago de tratamientos complejos de sus afiliados a cuestiones cotidianas.
La deuda con las obras sociales quedó al desnudo en noviembre del año pasado, cuando en plena transición entre el gobierno de Gustavo Pulti y el de Carlos Arroyo los agentes salieron a protestar a las puertas del Palacio Municipal, en Luro e Hipólito Yrigoyen.
Los empleados se habían enterado que algunas obras sociales habían enviado una carta a sus afiliados por la falta de aporte de la comuna y temían que el problema se generalizara.
José Cano, que todavía no era secretario de Economía del gobierno de Arroyo sino concejal opositor (del bloque de la Agrupación Atlántica), salió enseguida a quejarse por el incumplimiento. “El oficialismo creía que este momento no iba a llegar nunca, pero los que estamos en economía sabemos que, cuando no se toman medidas concretas con respecto a algún desequilibrio, en algún momento esto explota”, lanzó.
“A las obras sociales se les está debiendo en algunos casos aportes desde febrero y en otros hay retenciones efectuadas a los empleados que no están depositados”, agregó. Pero Daniel Pérez, el secretario de Economía de entonces, aclaró que la deuda era “estrictamente de aportes patronales, no de retenciones a los trabajadores”.
Tres meses después, la deuda se mantiene pese a que la administración cambió y Cano ya no forma parte de una bancada opositora sino del propio gobierno.
La negociación con la OAM se desarrolla en momentos en que, por otro lado, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) empezó a exigir una recomposición salarial.
El viernes dejó en claro que pretendía un 30% de aumento salarial y volver a negociar dentro de seis meses. El mensaje fue comunicado por el secretario general del gremio, Antonio Gilardi, y el adjunto, Daniel Zacarías, a Arroyo, Cano y el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, en una reunión en el municipio.
En el proyecto de presupuesto 2016, que la semana pasada empezó a analizar la Comisión de Hacienda del Concejo Deliberante, no se establece una pauta de aumento salarial. Esto quiere decir que si los municipales acuerdan un incremento el cálculo de recursos sufrirá modificaciones.